En 2010, el Colegio Estadounidense de Reumatología y la Liga Europea contra el Reumatismo colaboraron para crear nuevos criterios de clasificación para AR. Los nuevos criterios son un esfuerzo para diagnosticar AR más temprano en pacientes que pueden no cumplir con los criterios de clasificación del Colegio Americano de Reumatología de 1987. Los criterios de 2010 no incluyen la presencia de nódulos reumatoides o cambios erosivos radiográficos, los cuales son menos probables en la AR temprana. La artritis simétrica tampoco se requiere en los criterios de 2010, lo que permite una presentación asimétrica temprana.
Además, los investigadores holandeses han desarrollado y validado una regla de predicción clínica para AR. El propósito de esta regla es ayudar a identificar a los pacientes con artritis indiferenciada que es más probable que progresen a artritis reumatoide y guiar el seguimiento y la derivación. (Ver tabla 3)
Con respecto al diagnóstico diferencial, en las personas de
mayor edad, la artrosis de manos, la polimialgia reumática y la enfermedad por depósito de cristales de pirofosfato cálcico
son los diagnósticos diferenciales más frecuentes. En los más
jóvenes lo serían las artritis reactivas, artritis por virus (parvovirus
B19) y otras enfermedades reumáticas inflamatorias
como la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica y las
colagenosis (lupus eritematoso, esclerodermia, polimiositis,
etc.). Otras entidades menos frecuentes que pueden plantear
diagnóstico diferencial son la reticulohistiocitosis multicéntrica,
la hemocromatosis y la sarcoidosis.
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